A la vista de que soy un desastre con patas, y ya que estamos en una estación en la que no te apetece que te calienten mucho la cabeza, he decidido crear la sección definitiva, perfecta para quienes no tienen demasiado tiempo o quieren irse ya a la playa y no son muy fans de las largas críticas.

Tenía muchísimas ganas de leer lo nuevo de Laura Gallego (publicado en la editorial Destino), pero confieso que me decepcionó un poco.

¿Por qué? Porque la crítica social que hace es genial, transmite unos valores importantísimos y trata temas que están a la orden del día (como las bandas juveniles, el acoso escolar y otros tipos de discriminación, como la islamofobia) pero... No profundiza en ellos y me habría encantado que así fuera. La evolución de Tina, la protagonista, es bastante buena, y el personaje de Salima es soberbio, además de contar con un final impactante, real y necesario pero creo que se le ha ido un poco de las manos a Laura y ha querido abarcar demasiado.

Aun así, es Laura, y merece la pena dar una oportunidad a esta denuncia disfraza de novela juvenil. Por cierto, profesores del mundo: es un buen libro para enganchar a los lectores jóvenes e inculcarles valores morales esenciales.

{Libro leído como lectura del club The rebel reads. Para ver la ficha completa del libro clic aquí}

Dana no sabe que toda su vida está basada en una mentira, pero al cumplir los dieciocho años va a descubrir otro significado de los cuentos de hadas. Y lo hará literalmente, porque de la noche a la mañana, ¡hala, es un hada!

Reconozco que la fantasía me puede, y me llamó la atención que tratara sobre el mundo de las hadas y la magia, así que decidí darle una oportunidad. La historia es entretenida y amena. El lenguaje es sencillo —tal vez un poco coloquial a veces— y, en general, tiene buen fondo. En cuanto a los «peros», señalaría que todo sucede de forma apresurada: a veces tenía la sensación de estar leyendo un resumen largo, por lo que no he llegado a empatizar con los personajes. Tal vez con más páginas, aunque ciertos sucesos hubiesen transcurrido más despacio, todo esto se hubiese solucionado. A pesar de todo, es una lectura que recomiendo si os gusta la fantasía porque se lee en un suspiro.

{Libro leído junto con las chicas de Follonerxs club, dentro de la sección descubriendo autores. Tenéis la ficha completa del libro aquí}.

Esta última minireseña flash está escrita, precisamente, sobre un libro de reseñas. Curioso, porque esto es un blog, precisamente, de eso.

El libro en cuestión es Prosas reunidas (Malpaso), de la ganadora del premio Nobel Wistawa Szymborska, y es una recopilación de pequeñas críticas sobre libros que le encargaron a la propia autora y que ella misma bautiza como «lecturas no obligatorias». El caso es que, te interese más o menos el objeto de la crítica, de todas ellas se desprende entusiasmo, buen humor, sincera humildad y fina, muy fina ironía. De hecho, creo que su prosa está muy cerca del ideal al que los bloggers literarios deberíamos aspirar.

Los textos reunidos nos brindan una oportunidad inmejorable para conocer la prosa de Szymborska en todo su esplendor. Aunque los escritos deberían haber sido concebidos como aburridas reseñas, la autoras se apartó de la intención inicial y actuó con libertad, generando toda una serie de reflexiones lúcidas, irónicas tremendamente disfrutables, sobre los temas más variados, desde viajes en el tiempo o la deriva continental hasta brujas salvadas de la quema por balanzas trucadas y pianos con gatos dentro. Y, claro, aquí y allá, siempre, sus ideas sobre la literatura.

El estilo es cálido, bromista, confidente, accesible pero transcendente, y sobre todo, inteligente. Me ha impresionado la capacidad de reflexión de esta mujer, su sencillez y desenfadada cercanía, fruto de la sabiduría y el talento. El lector, sin duda, acaba entendiendo que la lectura («Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado», afirmaba) la ha hecho feliz y que por eso ensalza a los autores que la han hecho más sabia, aunque algunos no sean muy reconocidos. 

{Podéis ver la ficha completa del libro aquí} 

Lumos! I solemnly swear that I am up to no good!

¡Nueva reseña pottérica! La verdad es que me gustan tanto estos libros que me quedo bastante en blanco al tener que hacer las reseñas, ya que me da la sensación de que no existen palabras adecuadas para decir lo genialosos que son, así que siento que soy repetitiva todo el rato. 

La serie de Harry Potter es como un rompecabezas gigante: durante cada libro, las pequeñas piezas del rompecabezas empiezan a encajar y formar un todo. Hay indicios en todas partes acerca de lo que va a pasar, como una especie de broma para las personas que ya han leído los libros y que vuelven sobre sus líneas. Pero, tranquilos, si es la primera vez que los leéis: el misterio permanece y, por supuesto, J.K. Rowling te mantiene conjeturando hasta las páginas finales. Y sí, he visto a gente en clase de adivinación que acertaba en más posibles hechos que muchos...

Y hablando de adivinación... ¡Este tercer año en Hogwarts viene cargadito de nuevas asignaturas! (que se lo digan a Hermione). Adivinación, Runas antiguas, Estudios muggles, Cuidado de criaturas mágicas... Algunas de ellas, ¡impartidas por personajes muy queridos! ¿Sabéis a quiénes me refiero, no? Además, volvemos a contar con un nuevo profesor de Defensa contra las artes oscuras llamado Remus Lupin que, para muchos —entre los que me incluyo— es el mejor profesor que ha pisado Hogwarts y el que hace que otros a su lado parezcan sumamente ridículos. Sí. Riddikulus!

La historia de este tercer año vuelve a sorprendernos con algún que otro plot twist alucinante (y de los mejores, en mi opinión. Se nota que estaba perfectamente planeado desde el comienzo. ¡Fan-tás-ti-co!). La trama se vuelve cada vez más oscura; se aprecia que los chicos tienen ya trece años y, cómo no, la rebeldía está a flor de piel. Harry pasa de nuevo el verano con sus tíos, esta vez también con la tía Marge, cuya visita... Bueno, digamos que se le pasa volando.

En este libro no contamos demasiado con Voldemort (sorry, Voldy) porque lo cierto es que hay un villano y/o asesino que ha escapado de Azkaban y está siendo buscado por los simpáticos dementores, esos seres que son el alma de la fiesta y que este año campan a sus anchas por los alrededores de Hogwarts.

«¿Piensas que los muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? 

¿No crees que los recordamos especialmente en los mayores apuros? 

Tu padre vive en ti, Harry, y se manifiesta más claramente cuando lo necesitas».

Es este uno de mis favoritos de toda la saga, un libro que he leído cientos de veces (no sé cuántas, perdí la cuenta hace años) y que me ha encantado releer. Lo curioso, he de decir, es que lo leí después del cuarto. Siriusly? YEP. (Y os lo confieso sin veritaserum ni nada). «¡Oh! ¡Pero entonces ya sabrías que ESO que ocurría no era en realidad ESO, sino que se debía a ESO!» Pues probablemente, pero no afectó en ABSOLUTO a que amara la trama, me enamorara (un poco más, por mis circunstancias) de Sirius y de Lupin (mensaje para Remus: enséñame Defensa contra las artes oscuras, o lo que tú quieras. Podemos quedar una noche a contemplar la luna creciente. Trae el chocolate y yo te enseño mi patronus... *guiño guiño*), las salidas a Hogsmeade (todavía me emociono con cierta autorización, soy así de pava sentimental), las clases de Cuidado de criaturas mágicas (*Newt Scamander approves*), la aparición de Buckbeak, Crookshanks (no todos los héroes están reconocidos), el concepto de familia, las travesuras y (podría seguir muchas horas más citando cosas), cómo no, ¡los mensajes de los Merodeadores al profesor Snape! Porque en este libro conocemos a los Merodeadores, señores *fangirlea* (Rowling, necesitamos un libro sobre ellos urgentemente. No pido más).

Además, se indaga en las consecuencias de nuestras acciones y se nos demuestra alto y claro que quienes nos quieren no nos abandonan y que la felicidad puede hallarse hasta en los más oscuros momentos. Siempre. Incluso si te rodean cien dementores.

En definitiva, Harry Potter es una lectura emocionante y emocionante. Te hace pensar junto con el trío de oro y reír en voz alta. Te hace animar a los personajes y abuchear a otros. Te hace comprometerte con toda la historia y no hay salida. No puedes escapar. Eres uno más: Hogwarts termina siendo tu hogar.

 {Por cierto, estamos leyendo la saga en Folloner@s club. Clic aquí}

¿Quién dijo que las segundas partes no eran buenas? Quienquiera que fuese, no había leído Encuentros (La Galera, 2017). Seguro que no.

He estado meditando un buen ratito cómo plantear esta reseña y las opciones se reducían entre a) explayarme todo lo habido y por haber mientras fangirleo emocionada con la sonrisa en la cara; b) escribir acerca de cómo me sentí leyendo Encuentros y dar mi opinión sin spoilers. Lógicamente ha ganado la b (pero si alguien quiere la a que me lo diga en los comentarios o me escriba un mail, que yo la escribo encantadííísima).

{Tranquilos, os aseguro que vais a encontrar más spoilers en la sinopsis de Encuentros que en esta reseña}
¡Bienvenidos de nuevo a Faesia! En Encuentros volvemos a toparnos con los mismos personajes de Alianzas (podéis leer la reseña aquí), exactamente en el mismo punto en el que los dejamos: unos viajando hacia Astrea para enfrentarse al usurpador y devolverle el trono a Inair, quien lo merece por derecho, y cierta personita recuperándose en Anderia. También conocemos a nuevos personajes pero, como adivinaréis, se titula Encuentros por algo: son muchos los personajes que vuelven a verse de nuevo en esta segunda parte, y a veces se encuentran con quienes menos esperaban... Y, por supuesto, nosotros también nos reencontramos con ellos. Seaben, ¡te había echado taanto de menos! #teníaquedecirlo

Hay muchísimas cosas que me han gustado de este libro, pero quiero destacar dos por encima de las demás: los personajes y la ambientación. Empezando por el primer aspecto, los personajes siguen siendo un punto muy fuerte del libro, y si no estuvieran tan bien moldeados, esta saga perdería mucho. Me reitero en lo que dije en otras ocasiones: pocas son las veces en que unos personajes se han encargado de transmitirme tanto y ponerme en situación, sin perderme en algún momento y viéndolo todo con claridad. Aunque algunas veces la trama era tan fuerte que he tenido que detenerme unos segundos hasta sopesar lo que estaba ocurriendo. Las autoras demuestran que saben cómo dar un buen uso a la narración en varias voces, siendo muy inteligentes a la hora de mover ficha y saber a quién introducir en qué momento.

En cuanto a la ambientación, sigo diciendo que está perfectamente recreada. Si el primer libro de la saga estaba más centrado en el reino de Lothaire, en esta segunda parte se alternan Anderia y Astrea, otros dos territorios de Faesia. Me ha encantado conocer cada uno de estas tierras, parte de sus costumbres, su manera de afrontar las cosas, de comportarse, sus leyendas, su magia y vislumbrarlas mientras me las describían. Esa es otra de las cosas que ayudan mucho al lector a no poder separarse del libro.

Es una verdad mundialmente reconocida que Iria y Selene consiguen que no puedas dejar de pasar páginas, ni quieras dejar de hacerlo, con independencia de la hora que sea. ¿Que Encuentros tiene más de 750 páginas? El que avisa no es traidor: ¡se te pasará volando!

✧✧ P E R S O N A J E S  ✨

En cuanto a los personajes, las autoras han sabido llevarlos de manera muy pero que muy convincente. En la novela, un gran conflicto es inminente y el mundo que todos conocen está a punto de cambiar, así que se les pone a prueba y cada uno comienza a actuar en consecuencia. Es entonces cuando vemos el lado más humano de cada uno de ellos: sus virtudes, sus defectos, miedos, inquietudes. Y todas esas nuevas perspectivas no hacen sino que llegues a amarlos más.

Además, junto a viejos conocidos, de los que hablaré más adelante, se introducen otros nuevos personajes, y la mayoría cuentan con capítulos en los que predomina su voz narrativa, todo un acierto.

♚ Fay: ¿Os acordáis de la Fay del principio? Algunos incluso la acusaban de caprichosa y egoísta. Yo siempre vi en ella la encarnación de la búsqueda de la libertad. Ha sido genial ver cómo se da cuenta de la importancia de dejar atrás los prejuicios y tiene que hacer frente sola a un sinfín de retos... y peligros.

♪ Drake: quienes me conocéis bien, sabéis que Drake no me caló desde el primer momento, precisamente. Me parecía un personaje soñador, capaz de embelesar a cualquier que pasase por su lado con su voz y su laúd, pero conmigo no lo consiguió. Reconozco en que los momentos narrados por este personaje me daba un bajón, pero en esta segunda parte incluso las he disfrutado.  
♟ Seaben: ay, señoras y señores, si ya lo quería, después de Encuentros, ¡me caso! Se podría decir que ha encontrado la manera de ser el hombre que quiere ser. En esta ocasión vemos a un Seaben protector y cariñoso, y descubrimos nuevas facetas suyas, como su lado más inseguro, que no hacen sino que lo quiera abrazar hasta el infinito y más allá. Y más cosas. Dmfkmdmfpd.

⇱ Eirene: sigue tan rebelde como siempre. Hay que destacar su capacidad de defender a las personas que realmente le importan y su independencia, una de las cosas que más me gustan, porque no necesita de nadie para cuidarse o defenderse (aunque si cierta persona está por ahí, tampoco le hace ascos *normal*). Su evolución ha sido bastante notable, aunque algunos momentos a lo drama queen, sobre todo al principio, me han cansado un poco. Aun así, es un personaje que me sigue encantando.

❊ Sylvana: personaje revelación, junto con Svent. Tenía muchas ganas de saber más acerca de ella y, con la introducción de capítulos desde su voz narrativa, conoceremos cuáles son sus secretos más profundos

➤ Svent: Me ha encantado conocer más a Svent, un personaje que me gustó desde el primer libro, y aquí me ha cautivado —tranquilos, sigo siendo fiel a Seaben—. Y presiento que el escriba va a dar mucho, pero que mucho juego...

He de decir que hay una relación en particular que quita el aliento y se apodera de tu corazón. Una relación en la que los implicados crecen juntos, crean nuevos vínculos, se sostienen el uno al otro desde el principio, cuidan el uno del otro. Una relación que nos regala uno de los momentos más preciosos que he leído nunca. Lo juro. (Y os hablaría pormenorizadamente de él, fangirlearía por los siglos de los siglos, algunos ya lo habéis sufrido, pero no es posible sin spoilear).

Por otra parte, el ritmo es espectacular, y me quedo corta. A la acción, que no es poca, se le suma un no parar de sorpresas, giros (¡vivan los plow twist que hacen que me quede quieta un buen rato, intentando asimilar!) hechizos, misterios, reencuentros (¡y qué reencuentros!) y secretos (¡por algo esta saga se titula Secretos de la luna llena!) que se comienzan a desvelar. Y algunos son demasiado. No os imagináis lo que era mi cabeza al leer lo que leí. Desde el típico «espera, ¿qué?», hasta idear toda una serie de teorías locas (algunas todas sin sentido) y acabar descuadrada totalmente.

Hay que destacar cómo todas las tramas más pequeñas, algunas de las cuales ya comenzaron a gestarse en Alianzas, en Encuentros van tomando forma y, por todos los dioses, QUÉ FORMA. Iria y Selene han conseguido conformar una historia muy compleja y a la vez muy bien llevada. De verdad, es impresionante observar cómo hilan todo, cómo cada detalle está previamente muy bien pensado, y ese es uno de los aspectos que, en mi opinión, hace grande a un autor.

Por si has leído hasta aquí y aún no lo has notado: no, no quería que Encuentros terminara nunca. Arañaba cada segundo entre sus páginas. Sin embargo, qué final. QUÉ FINAL. Decir que estoy ansiosa por la siguiente entrega es poco. La necesito. Y eso que ya no sé ni qué esperar de Despedidas, pero si siento la mitad de lo que he sentido en Encuentros, explotaré, probablemente.

¿Has empezado alguna vez un libro que llevabas mucho tiempo esperando leer con ese gusanillo en la tripa, esa expectación, nervios incluso? ¿Has sentido que se te dibujaba una sonrisa desde la primera frase? Pues eso me ha ocurrido a mí: he reído, he llorado, me he indignado, he soñado, he llorado mucho (la crueldad en la página 393. No os lo perdonaré jamás, Iria y Selene, jamás), he gritado, me he ilusionado, he sonreído y, al final, todo eso es tan sólo una pequeña muestra de que Encuentros me ha calado hasta los huesos. Hay un momento concreto en la novela en el que un personaje le dice a otro que es su hogar. Yo afirmo: al leer, nosotros también sentimos que volvemos a casa... Porque Faesia ha dejado de ser sólo parte de Iria y Selene para convertirse también en un trocito de nosotros, y eso es lo mejor de la literatura.

En definitiva, y porque tengo que terminar la reseña en algún momento, en Encuentros, la historia se vuelve más compleja y, mientras se va decantando por tomar un camino, demuestra que sólo va a más. Estoy segura de que estará entre mis mejores lecturas del año: una prosa maravillosa, fascinante, personajes cautivadores y una ambientación cada vez más alucinante. Espero que todos aquellos que dudan a estas alturas (que son pocos, pero me consta, los hay) de si la fantasía de autoras/es españolas/es tiene nivel o no acabe leyendo esta saga, porque seguramente le haga replantearse toda la visión que tiene. 

Mil gracias a La Galera por publicar esta maravilla. No es por meter presión, pero si ya os adoro por vuestra labor y los gifs de YoI, imaginad cuánto os querría si publicarais Despedidas pronto. 

Gracias por Faesia, Iria y Selene.

♙♛♚⇱ ☾

¡La Cámara de los Secretos ha sido abierta. Enemigos del heredero, temed!

Aunque reconozco que Harry Potter y la cámara secreta (Salamandra, 2002) no es mi libro favorito de la saga, tras releerlo una vez más me sigo quedando petrificada (badumtss) en ciertos momentazos. Jo Rowling sabe cómo escribir un libro genial, con guiños importantes para el final de la saga —que se te pasan por alto cuando lo lees por primera vez, pero que ya estaban ahí, preparaditos—, lo que demuestra una vez más lo maravillosamente organizado que estaba todo. 

En este segundo año observamos una pequeña evolución en los personajes, aún siguen siendo niños pero nos dejan sumergirnos más de su interior y vemos a un Harry dudoso acerca de sí mismo y de sus decisiones.  

El joven mago se enfrenta a otro apasionante verano con los Dursley, que siguen tan odiosos como siempre, o más, si cabe. Pero en esta ocasión, además de con la soledad habitual y las normas muggles de sus tíos (¡incluso han encerrado a Hedwig!), Harry debe lidiar con que sus amigos de Hogwarts, Hermione y Ron, se han olvidado de él. O eso parece.

En ese momento aparece Dobby, un elfo doméstico que no viene precisamente a charlar con Harry. Viene a advertirle que no debe regresar a Hogwarts, porque algo horrible va a ocurrir ese curso e intenta convencerlo de que no lo haga bajo ningún concepto (y para conseguirlo está dispuesto a cualquier cosa, lesiones y mutilaciones incluidas. Pero, tranquilos, Dobby no mata...).

La de la Cámara Secreta es una trama sin desperdicios, un poco más oscura que la del primer libro. Muchas cosas suceden en este segundo año y sí: puede que Harry esté en el meollo de todas ellas. Algo, o tal vez alguien, está poniendo a todos los alumnos de Hogwarts en peligro, y nadie sabe quién o qué podría ser. Por si fuera poco, se rumorea por el colegio que la Cámara de los secretos se ha abierto de nuevo y, claro, la intriga se acrecienta.... ¿Y el final? ¡Uf! ¡Impredecible!

Llegamos a conocer más a personajes que ya nos eran familiares por el primer libro, como la familia Weasley, y además, ¡visitamos su casa! Es genial comprobar cómo la vida en La Madriguera se diferencia tantísimo de la de Privet Drive. El contraste entre lo ordenado y aburrido y lo extraño, inesperado (recordemos las explosiones habituales provenientes del cuarto de Fred y George) y cercano. Creo que hay un momento en el que Harry se sorprende porque lo que ve más inusual de todo es precisamente el hecho de que por fin parece gustarle a todo el mundo. Pobre Harry... Nadie le daba cariño.

Asimismo, me encanta cómo cada personaje aporta cada vez más a la historia. Los comentarios de Ron, las bromas de Fred y George; la astucia, inteligencia y sutileza de Hermione, la valentía de Harry a pesar de estar asustado; la extraña extrañeza de Dumbledore. Incluso personajes secundarios como el señor y la señora Weasley tienen una individualidad y personalidad fuerte. Están todos bien desarrollados y no cuesta en absoluto familiarizarse con todos, como si se tratara ya de viejos conocidos. 

Por supuesto aparecen nuevos personajes, el ya citado Dobby, Myrtle la llorona (que se aloja en el cuarto de baño de las niñas), el ridículo egocéntrico y pretencioso Gilderoy Lockhart (toda la celebración de San Valentín que organiza te arranca alguna carcajada), Lucius Malfoy (¿podemos hablar ya de sus escenas con Arthur Weasley? ¡Son lo más!) y, sobre todo, comenzamos a ver más a Ginny (la verdadera y genial, no la de las pelis), ya que comienza su enseñanza en Hogwarts.

¿Aún dudas sobre si deberías leerlo? Siete motivos (sí, tenían que ser siete):

✧Visita a La Madriguera (¡yay!), con la fascinación del señor Weasley con los muggles incluida 🏡

✧ El coche volador 🚘✨

✧ El howler ✉️ (¡gracias a Merlín mi madre nunca me ha enviado uno! 😌) 

✧ La escena final 😱

✧ Los monstruos 😯 (algunos, de ocho patas)

✧ Nuevas clases, pociones nunca vistas y más partidos de Quidditch 🙌

✧ Fawkes y Dobby 🔥

¿Y cómo olvidar las sabias palabras del profesor Dumbledore? «Son nuestras elecciones las que muestran lo que realmente somos, mucho más que nuestras habilidades».

¿A qué esperas? ¡Léelo, no seas muggle!

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El beso del infierno (Plataforma Neo, 2016) fue lo primero que leí de Jennifer L. Armentrout (sí, yo soy una de esas que aún no se ha sumergido en la saga Lux, shame on me), una autora de la que, a día de hoy, se puede afirmar que es un bombazo asegurado que nunca decepciona. Al menos no del todo.

Este volumen es el inicio de la trilogía de los elementos oscuros y cuenta la historia de Layla, una chica mitad demonio, mitad gárgola  guardiana, que puede matar con su beso a cualquiera que tenga alma.

Aquí es cuando te preguntas: 1) «¿Pero eso no lo hacían los dementores? Os están quitando el trabajo, criaturillas...». 2) «Demonios, gárgolas... ¿seguro que esto merecerá la pena?». Rotundamente, SÍ. Prepara un sofá, sillón o lo que sea donde quiera que tengas costumbre de leer que sea bien cómodo y prepárate para no levantarte del asiento hasta el final.

Como iba diciendo, Layla ha sido criada por la raza que tiene la misión de cazar demonios y mantener la humanidad a salvo, los guardianes, pero siempre ha buscado su lugar en el mundo y hay un lado oscuro que oculta incluso a los que más le importan... Como Zayne (*insertemos fangirleo aquí*), un atractivo guardián del que ha estado enamorada siempre. (Por cierto, en el mundo creado por Armentrout, todo el mundo sabe de la existencia de las gárgolas guardianes, así que nada de hacer escándalo).

Pero un bonito día, entra en escena Roth (*insertemos fangirleo de nuevo*), un demonio que dice saber todos los secretos de Layla y del que ella debe permanecer alejada si no quiere ser una insensata de la vida. Sin embargo, hay algo que se lo impide, especialmente cuando se percata de que con él sus besos no son mortales, ya que Roth no tiene alma. ¡Chancháan!

Y ahora, ¿qué? ¿Se convertirá en una traidora de su familia? ¿Sucumbirá a los encantos de Roth? ¿Se dejará tentar por el lado oscuro? ¿Viajará sin retorno al fin del mundo? Podría estar lanzando interrogantes y, lo que es peor, contestándolos durante varias horas, pero no es momento de spoilear a nadie, por mucho que me gustaría contaros todo con pelos y señales.

Los personajes son ingeniosos, divertidos y adorables. Layla es fuerte y decidida, aunque no demasiado impulsiva. Es una chica con carencias debido al entorno en el que vive, con deseos que son más bien difíciles de cumplir y, sobre todo, es alguien que quiere ser aceptada por su familia y que sufre como cualquier adolescente (tiene diecisiete años) por las cosas que no puede tener. Pero Layla no es simplemente lo que dicen que es, hay más, mucho más. Cosas que descubriremos a lo largo de la lectura y que nos dejarán boquiabiertos (al menos ha mí me ha pasado).

Zayne es un buen amigo. Leal, cariñoso y taan dulce. Tengo que reconocer que a mí no me ha desagradado, al contrario que al fandom entero.

Roth... Bueno, es Roth. Es arrogante, sexy y malo de la mejor manera posible. Sus comentarios te hacen reír, quieras o no. También suspiras, quieras o no.

El estilo es agradable, el libro en sí mismo es una lectura ligera, rápida. El escenario es el de la fantasía urbana, con unos personajes que no vemos con demasiada frecuencia, las gárgolas (a los demonios sí los vemos hasta en la sopa, reconozcámoslo).

¿Qué más decir? La lectura de este libro me ha tenido como en una montaña rusa. Cuando piensas que la cosa se va a poner aburrida o calmada, ¡boom! Sorpresas, acciones intensas (*guiño, guiño*), interacciones dulces, épicas, fantásticas. Algunas veces hay que reconocer que es un poco cursi, pero el lado romántico-oscuro compensa la balanza. Además, hay momentos divertidos y varios puntazos que va a sacar más de una sonrisa, te lo aseguro. En cuanto a la trama, es original y emocionante y te incita a querer saber más (el ritmo a veces se vuelve frenético).

¿Contras? El principio es algo lento. Tuve que leer pacientemente hasta que algo captó mi atención. Porque, la verdad, la mejor parte está por el final.

✧ En definitiva, El beso del infierno es una historia original, cargada de acción, que se lee en un suspiro y te deja con ganas de más, más y más.

★★★★